27 Entonces, ¿Hay alguna razón para estar orgullosos de nosotros mismos? ¡No lo hay! ¿Por qué razón? Por razón de fe y no por cumplir la ley.
28 Por eso decimos que uno es aprobado por la fe y no por cumplir la ley.
29 ¿Acaso Dios es sólo Dios de los judíos? ¿No lo es también de los que no son judíos? ¡Claro que sí!
30 Hay un solo Dios y él aprobará a los judíos por la fe, pero también por la fe aprobará a los que no son judíos.
31 Entonces, ¿con la fe eliminamos la ley? ¡De ninguna manera! Por el contrario, confirmamos lo que la ley enseña.