27 Isaías proclama acerca de Israel: «El pueblo de Israel es tan numeroso como los granos de arena de la playa, pero sólo unos pocos de ellos se salvarán.
28 Porque el Señor terminará rápidamente de castigar al mundo».
29 Así como dijo Isaías: «El Señor Todopoderoso ha dejado que unos pocos de nuestros descendientes sigan con vida. Si no fuera así, ya nos habría destruido como a Sodoma y Gomorra».
30 ¿Y qué significa todo esto? Significa que los que no eran judíos, y ni siquiera estaban buscando la aprobación de Dios, la consiguieron. Pero fue por la fe que llegaron a ser aprobados por Dios.
31 Y el pueblo de Israel que sí estaba buscando cumplir la ley para que Dios lo aprobara, no lo logró.
32 ¿Por qué no lo logró? Porque trataban de ser aprobados por Dios mediante sus propios esfuerzos en lugar de confiar en Dios. Tropezaron con «la piedra de tropiezo».