16 Mañana bajaréis hacia ellos cuando suban la cuesta de Sis y los encontraréis al final del arroyo, frente al desierto de Jeruel.
17 Pero no tendréis que luchar esta vez. Deteneos y quedaos quietos y veréis la victoria que os depara el Señor. Judá y Jerusalén, no temáis ni os acobardéis. Salid mañana a su encuentro, que el Señor estará con vosotros.
18 Josafat se arrodilló rostro en tierra, y todo Judá y los habitantes de Jerusalén se inclinaron ante el Señor para adorarlo.
19 Los levitas descendientes de Queat y de Coré se levantaron para alabar a voz en grito al Señor, Dios de Israel.
20 Al día siguiente madrugaron para salir al desierto de Tecoa y mientras iban saliendo, Josafat, en pie, les decía:— Escuchadme, Judá y habitantes de Jerusalén: Confiad en el Señor vuestro Dios y estaréis seguros; confiad en sus profetas y venceréis.
21 Tras consultar con el pueblo, designó a algunos para que fuesen delante de la formación vestidos con ornamentos sagrados, cantando y alabando al Señor con el estribillo: “Dad gracias al Señor, porque es eterno su amor”.
22 Y en el momento en que comenzaron los cantos y las súplicas, el Señor sembró discordias entre los amonitas, los moabitas y los habitantes de la montaña de Seír que venían contra Judá, y se destruyeron entre sí.