19 Es cierto que aún no hay grano en el granero y que todavía la vid no ha dado fruto, ni tampoco la higuera, el granado y el olivo; pero desde hoy os bendeciré.
20 El veinticuatro del mismo mes, el Señor se dirigió por segunda vez a Ageo con estas palabras:
21 — Di a Zorobabel, gobernador de Judá: Yo haré temblar los cielos y la tierra;
22 volcaré los tronos de los reinos y aniquilaré el poder de los reinos extranjeros; volcaré los carros de guerra junto con sus aurigas; caballos y jinetes caerán atravesados por la espada de sus mismos hermanos.
23 En aquel día —oráculo del Señor del universo—, te tomaré a ti, Zorobabel, hijo de Sealtiel, siervo mío —oráculo del Señor—, y te convertiré en mi sello, porque yo te he elegido —oráculo del Señor del universo—.