1 Si ves el buey o la oveja de tu hermano extraviados, no te desentiendas; ve a devolvérselos.
2 Si resulta que el dueño no vive cerca o no sabes quién es, encierra el animal en tu corral y tenlo allí hasta que el dueño venga a reclamártelo; entonces se lo devolverás.
3 Lo mismo harás si se trata de su asno, su manto o cualquier cosa que tu hermano haya perdido y que tú encuentres. No te hagas el desentendido.
4 Si ves caídos en el camino el asno o el buey de tu hermano, no te hagas el desentendido; ayúdale a ponerlos en pie.
5 La mujer no debe usar ropas de hombre ni el hombre ropas de mujer, porque el que hace tal cosa es abominable para el Señor tu Dios.
6 Si mientras vas caminando te encuentras en un árbol o en el suelo un nido de pájaros con polluelos o con huevos y la madre está echada encima de ellos, no te quedes con la madre y los polluelos;