5 Pero cuando el Señor ponga a esas naciones en tus manos, haréis con ellas lo que yo os he ordenado.
6 ¡Sed fuertes y decididos, no temáis ni os acobardéis ante ellas! El Señor tu Dios va contigo, no te dejará ni te abandonará.
7 Después Moisés llamó a Josué y, en presencia de todo Israel, le dijo:— Sé fuerte y decidido, porque tú harás entrar a este pueblo en la tierra que el Señor os prometió dar según juró a tus antepasados. Tú repartirás la tierra entre los israelitas.
8 El Señor irá delante de ti y estará contigo; nunca te dejará ni te abandonará; por lo tanto, no temas ni te acobardes.
9 Moisés escribió esta ley y se la entregó a los sacerdotes levitas, que transportaban el Arca del testimonio del Señor, y a todos los ancianos de Israel.
10 Y Moisés les dio esta orden:— Cada siete años, al llegar el año del perdón de las deudas durante la fiesta de las Enramadas,
11 cuando venga todo Israel a presentarse ante el Señor tu Dios en el lugar que él haya escogido, proclamarás esta ley ante todo Israel.