14 Los objetos de oro y plata que Nabucodonosor había tomado del Templo de Jerusalén y que llevó al templo de Babilonia, los sacó Ciro del templo de Babilonia y los confió a Sesbasar, a quien había nombrado gobernador,
15 diciéndole: ‘Toma estos objetos y llévalos al Templo de Dios que debe ser reedificado en su emplazamiento original de Jerusalén’.
16 Vino, entonces, Sesbasar y puso los cimientos del Templo de Dios en Jerusalén; desde entonces hasta ahora se está reconstruyendo, pero aún no está terminado.
17 Si le parece bien al rey, ordene que se investigue en el archivo real de Babilonia a ver si es verdad que el rey Ciro dio autorización para reedificar este Templo de Dios en Jerusalén; y que se nos remita la decisión del rey sobre este asunto”.