3 El rey preguntó:— ¿Qué honor o reconocimiento se concedió a Mardoqueo por esto?Los cortesanos a su servicio respondieron:— No se le concedió ninguno.
4 Entonces el rey preguntó:— ¿Quién está en el patio?Amán acababa de entrar en el patio exterior del palacio para solicitar al rey que ordenara colgar a Mardoqueo en la horca que le estaba preparando.
5 Los cortesanos le respondieron:— Es Amán el que está en el patio.— ¡Hacedlo pasar! —ordenó el rey—.
6 Cuando Amán hubo entrado, el rey le preguntó:— ¿Qué se puede hacer por una persona a quien el rey desea honrar?Amán dijo para sí: “¿A quién va a querer el rey honrar sino a mí?”.
7 Así que respondió al rey:— Para esa persona a la que el rey quiere honrar
8 habría que mandar traer vestiduras reales, de las que usa su majestad, un caballo de los que monta el rey, y un distintivo real para su cabeza.
9 La vestidura y el caballo se entregarían a uno de los más dignos funcionarios reales, para que él mismo vista a la persona a la que el rey quiere honrar; luego la paseará a caballo por la plaza de la ciudad, pregonando ante ella: “¡Así se agasaja a quien el rey quiere honrar!”.