9 Los egipcios con todo su ejército, con carros y caballería, salieron a perseguir a los israelitas y les dieron alcance en el lugar donde estaban acampados, a orillas del mar, junto a Pi Ajirot, frente a Baal Sefón.
10 En cuanto los israelitas se percataron de que el faraón y su ejército iban hacia ellos, muertos de miedo clamaron al Señor,
11 y dijeron a Moisés:— ¿Es que no había sepulcros en Egipto, para que nos hicieses venir a morir al desierto? ¿Para esto nos has sacado de Egipto?
12 ¿No te decíamos allí que nos dejaras en paz sirviendo a los egipcios, pues más nos valía ser esclavos suyos que morir en el desierto?
13 Y Moisés respondió al pueblo:— No tengáis miedo; manteneos firmes y veréis la victoria que el Señor os va a conceder hoy; a esos egipcios que ahora veis, os aseguro que no los veréis nunca más.
14 El Señor luchará por vosotros que sólo debéis esperar en silencio.
15 Entonces el Señor dijo a Moisés:— ¿A qué vienen esos gritos? Ordena a los israelitas que reanuden la marcha.