7 Y llamó a aquel lugar Masá* (es decir, prueba) y Meribá (es decir, querella), porque los israelitas pusieron a prueba al Señor y se querellaron contra él, diciendo:— ¿Está o no está el Señor con nosotros?
8 Aconteció que los amalecitas* atacaron a los israelitas en Refidín.
9 Y Moisés dijo a Josué:— Elige unos cuantos hombres y sal a luchar contra los amalecitas. Yo estaré mañana en lo alto del monte, empuñando la vara de Dios.
10 Josué, obedeció a Moisés, y salió a combatir a los amalecitas. Entre tanto, Moisés, Aarón y Jur subieron a lo alto del monte.
11 Y cuando Moisés tenía los brazos levantados, los israelitas dominaban en la batalla; pero cuando los bajaba, dominaban los amalecitas.
12 Y como a Moisés se le cansaban los brazos, tomaron una piedra y se la pusieron debajo; Moisés se sentó en ella, mientras Aarón y Jur le sostenían los brazos, uno a cada lado. De esta manera los brazos de Moisés permanecieron levantados hasta la puesta del sol,
13 y Josué derrotó al ejército de los amalecitas a filo de espada.