10 Pues han engañado a mi pueblo anunciando paz, cuando no hay paz*; y mientras él construye un muro, ellos lo van encalando.
11 Di a esos que lucen el muro: Cuando lleguen lluvias torrenciales, sea azotado por el granizo y se desencadene un viento huracanado,
12 caerá el muro sin remedio. ¿Creéis que no os preguntarán: “Dónde está el enlucido que pusisteis”?
13 Por eso, así dice el Señor Dios: Movido por la rabia, voy a desencadenar un viento huracanado; lleno de cólera, descargaré una lluvia torrencial; y henchido de furia destructora, haré que os azote el granizo.
14 Derribaré el muro que lucisteis, lo tiraré por tierra y quedarán a la vista sus cimientos. Cuando caiga, pereceréis debajo de él, y así reconoceréis que yo soy el Señor.
15 Desfogaré mi cólera contra el muro y contra los que lo han lucido; os diré: Ya no existe el muro ni quienes lo lucieron.
16 Me refiero a los profetas de Israel que profetizaban a Jerusalén, a los que le anunciaban visiones de paz cuando no había paz —oráculo del Señor Dios—.