14 Y si engendra un hijo que, al ver los pecados cometidos por su padre, decide no cometerlos, es decir,
15 decide no tomar parte en los banquetes sacrificiales de los montes, no poner sus ojos en los ídolos de Israel, no deshonrar a la mujer de su prójimo,
16 no extorsionar a la gente, devolver las prendas, no robar, dar su pan al hambriento y proporcionar ropa al desnudo,
17 apartarse del mal y no prestar a usura sacando provecho de ello, si además observa mis disposiciones y vive conforme a mis normas, esa persona no morirá por el pecado de su padre. Seguro que vivirá.
18 Si su padre cometió extorsión, robó y no hizo el bien entre sus parientes, morirá por su propio pecado.
19 Pero vosotros decís: “¿Por qué el hijo no ha de cargar con el pecado del padre?”. Pues porque el hijo ha practicado el derecho y la justicia, ha respetado y puesto en práctica todas mis normas, y por tanto os aseguro que vivirá.
20 La persona que peque, morirá; el hijo no cargará con la culpa del padre ni este cargará con la culpa del hijo. La persona honrada será tratada como honrada, y la persona malvada será responsable de su maldad.