28 Sus profetas los cubren de cal a base de visiones falsas y presagios engañosos, cuando dicen: “Esto dice el Señor Dios”, y resulta que el Señor no ha hablado.
29 La gente del país se dedica a la explotación y al pillaje, oprimen al pobre y al menesteroso, y explotan a los forasteros privándolos del derecho.
30 He buscado entre ellos uno solo que construyese un muro y que, en defensa del país, se mantuviese en la brecha frente a mí para evitar que yo lo destruyera, pero no he encontrado a nadie.
31 Entonces derramé sobre ellos mi furor, los aniquilé con el fuego de mi cólera y los hice responsables de su conducta —oráculo del Señor Dios—.