5 Los levitas que sirven en el Templo tendrán reservado un terreno de doce mil quinientos metros de largo por cinco mil de ancho, para que tengan una propiedad donde habitar.
6 Como área urbana fijaréis un terreno de dos mil quinientos metros de ancho por doce mil quinientos de largo, junto a la parte reservada al santuario. Será propiedad de toda la comunidad de Israel.
7 Al príncipe se le asignarán territorios a ambos lados del terreno reservado al santuario y al área urbana; ocuparán el espacio que discurre a lo largo de la linde del terreno reservado al santuario y del reservado al área urbana, y llegarán hasta el mar por occidente y hasta la frontera por oriente. Desde la frontera marítima a la frontera oriental habrá una longitud igual a cada una de las partes sorteadas para las tribus.
8 Esta será su propiedad en Israel y así mis príncipes no volverán a oprimir a mi pueblo; a los israelitas, por tribus, se les asignará el resto de la tierra.
9 Esto dice el Señor Dios: ¡Ya está bien, príncipes de Israel! ¡Ya está bien de violencia y rapiña! Practicad el derecho y la justicia, dejad ya de expropiar a mi pueblo —oráculo del Señor Dios—.
10 Ocupaos de que las balanzas no estén trucadas y de que las pesas y las medidas sean las correctas.
11 La medida base será igual para líquidos y sólidos, a saber, de una capacidad de veintidós litros.