8 Tengo dos hijas que aún son vírgenes; voy a traéroslas para que hagáis con ellas lo que queráis, pero no les hagáis nada a estos hombres que están cobijados bajo mi techo.
9 Pero ellos le contestaron:— ¡Quítate de ahí! Este individuo que ni siquiera es de aquí quiere ahora dárselas de juez. ¡Pues vamos a tratarte peor que a ellos!Y empujándolo violentamente, trataron de echar abajo la puerta.
10 Pero los visitantes alargaron el brazo, metieron a Lot con ellos en la casa y cerraron la puerta,
11 Y a toda aquella gente que estaba agolpada a la puerta de la casa dejaron ciega, desde el más joven al más anciano, de modo que no eran capaces de encontrar la puerta.
12 Los visitantes dijeron a Lot:— ¿Tienes más familiares aquí? Saca de este lugar a tus yernos, a tus hijos e hijas, y a todos los familiares que tengas en esta ciudad,
13 porque vamos a destruirla. La denuncia presentada ante el Señor contra ella es tan grave que el Señor nos envía a destruirla.
14 Entonces Lot salió a avisar a sus futuros yernos, los que se habían de casar con sus hijas, y les dijo:— ¡Salid de esta ciudad sin perder tiempo, porque el Señor va a destruirla!Pero los yernos pensaron que Lot lo decía en broma.