22 De la costilla que le había sacado al hombre, Dios, el Señor, formó una mujer, y se la presentó al hombre
23 que, al verla, exclamó:— ¡Esta sí que es hueso de mis huesosy carne de mi carne!Se llamará varona,porque del varón fue sacada.
24 Por eso el hombre deja a su padre y a su madre, se une a su mujer y los dos se hacen uno solo.
25 Los dos, el hombre y su mujer, estaban desnudos, pero no sentían vergüenza de verse así.