2 Vete ahora mismo a Parán Aram, a casa de Betuel, tu abuelo materno, y cásate allí con una de las hijas de tu tío Labán.
3 Que el Todopoderoso te bendiga y te haga crecer y multiplicarte hasta llegar a ser una muchedumbre de tribus.
4 Qué él te conceda la bendición de Abrahán a ti y a tus descendientes, y llegues a poseer la tierra en la que vives como extranjero, la que Dios entregó a Abrahán.
5 Isaac, pues, despidió a Jacob, y este se fue a Parán Aram, a casa de Labán, hijo del arameo Betuel y hermano de Rebeca, la madre de Jacob y Esaú.
6 Esaú había visto cómo Isaac bendecía a Jacob y lo había enviado a Parán Aram para que buscara allí esposa; vio también cómo, al bendecirlo, le había pedido que no se casase con una mujer cananea,
7 por lo que Jacob, obedeciendo a sus padres, había partido hacia Parán Aram.
8 Comprendió, pues, Esaú que las mujeres cananeas desagradaban a su padre Isaac;