15 Cuando Judá la vio, creyó que era una prostituta, pues tenía cubierto el rostro;
16 así que se desvió del camino hacia donde estaba ella y, sin saber que era su nuera, le dijo:— Vamos, que quiero acostarme contigo.Ella le preguntó:— ¿Cuánto me darás por acostarme contigo?
17 Él respondió:— Te mandaré uno de los cabritos de mi rebaño.Ella replicó:— Está bien, pero me tienes que dejar algo en garantía hasta que me lo mandes.
18 Judá preguntó:— ¿Qué quieres que te deje?Ella respondió:— Tu sello con su cordón y el bastón que llevas en la mano.Judá se los entregó, se acostó con ella y la dejó embarazada.
19 Después Tamar se levantó y se fue. Se quitó el velo y volvió a ponerse la ropa de viuda.
20 Más tarde, Judá mandó el cabrito por medio de su amigo adulamita, para recuperar los objetos que había dejado a la mujer, pero Jirá no dio con ella.
21 Así que le preguntó a las gentes del lugar:— ¿Dónde está la prostituta que había junto al camino de Enáin?Le contestaron:— Aquí no ha habido ninguna prostituta.