2 Al necio lo mata el despecho,y al simple lo remata la envidia.
3 He visto a un necio echar raícesy de pronto hundirse su morada,
4 a sus hijos metidos en problemas,acosados en un juicio, sin defensa.
5 El hambriento devorará su cosecha—Dios se la quitará de entre los dientes—y el sediento beberá sus bienes.
6 Pues la desgracia no germina del polvo,ni brota de la tierra el sufrimiento;
7 nace para el dolor el ser humanocomo las chispas que se alzan volando.
8 Yo que tú apelaría a Dios,confiaría a Dios mi causa.