27 Por la mañana se levantó su marido, abrió la puerta de la casa y salió para continuar su camino; y vio que la mujer, su concubina, estaba tendida a la entrada de la casa, con las manos sobre el umbral.
28 Y le dijo:— Levántate, vamos.Pero ella no respondía. Entonces el hombre la cargó en su asno y se fue a su pueblo.
29 Cuando llegó a su casa, agarró un cuchillo, descuartizó a su concubina en doce trozos y los envió por todo el territorio de Israel.
30 Y dio esta orden a sus emisarios:— Esto habéis de decir a todos los israelitas: ¿Se ha visto alguna vez cosa semejante desde que los israelitas salieron de Egipto hasta hoy? Pensadlo, deliberad y tomad una decisión.Y todos los que lo veían, comentaban:— Nunca ha ocurrido ni se ha visto cosa igual desde que los israelitas salieron de Egipto hasta hoy.