21 Él, por su parte, ofrecerá un carnero como sacrificio por su pecado y lo presentará al Señor a la entrada de la Tienda del encuentro.
22 Ofreciendo el carnero como sacrificio de reparación, el sacerdote hará expiación por él en presencia del Señor y le será perdonado el pecado que cometió.
23 Cuando entréis en la tierra y plantéis toda clase de árboles frutales, durante los tres primeros años consideraréis impuros sus frutos, como si estuvieran incircuncisos, y no los comeréis.
24 El cuarto año todos los frutos serán consagrados al Señor en una fiesta de acción de gracias.
25 Y el quinto año podréis ya comer su fruto y almacenar vuestras cosechas. Yo soy el Señor, vuestro Dios.
26 No comeréis nada con su sangre. No practicaréis la adivinación ni la astrología.
27 No os raparéis en redondo vuestras cabezas, ni os recortaréis la barba.