14 Hasta el mismo día que presentéis esa ofrenda a vuestro Dios, no comeréis pan, ni grano tostado, ni espigas frescas; es una norma perpetua para las futuras generaciones dondequiera que habitéis.
15 Desde el día en que ofrecisteis la gavilla de espigas mediante el rito de la elevación*, es decir, desde el día siguiente al sábado, contaréis siete semanas completas.
16 Deberéis contar hasta el día siguiente de la séptima semana, es decir, cincuenta días; entonces presentaréis al Señor una ofrenda de grano nuevo.
17 Traeréis de vuestras casas, para efectuar con ellos el rito de la elevación*, dos panes de ocho kilos* de la mejor harina, cocidos con levadura, como primicias para el Señor.
18 Además del pan, ofreceréis en holocausto al Señor siete corderos de un año, sin defecto alguno, un novillo y dos carneros con sus respectivas ofrendas de cereal y sus libaciones, ofrenda de olor grato al Señor.
19 Ofreceréis además un chivo como ofrenda de purificación y dos corderos de un año como sacrificio de comunión.
20 El sacerdote hará con los dos corderos y con el pan de las primicias el rito de la elevación* en presencia del Señor; todo quedará así consagrado al Señor, y será para el sacerdote.