26 Pero puede suceder que el homicida salga alguna vez fuera de los límites de su ciudad de refugio;
27 si el vengador de la sangre, al encontrarlo fuera de los límites de su ciudad de refugio, da muerte al homicida, no comete ningún crimen.
28 Porque el homicida debe permanecer en su ciudad de refugio hasta que muera el sumo sacerdote; después de la muerte del sumo sacerdote, el homicida podrá volver a la tierra donde tenía su heredad.
29 Estas disposiciones* constituirán normas de derecho para vosotros y todos vuestros descendientes dondequiera que habitéis.
30 Si alguien mata a una persona, el homicida será ejecutado, pero sólo ante la evidencia de varios testigos; el testimonio de una sola persona no será suficiente para condenar a muerte a alguien.
31 No aceptarás compensación económica por la vida del homicida, pues está condenado a muerte, y debe morir sin remisión.
32 Ni tampoco aceptarás compensación económica por el que huyó a su ciudad de refugio y quiere volver a residir en su tierra antes de que muera el sumo sacerdote.