8 No esgrimas contra nosotros los pecados de antaño;que nos llegue pronto tu misericordiaporque estamos exhaustos.
9 Ayúdanos, Dios salvador nuestro,por la gloria de tu nombre;líbranos, perdona nuestros pecadoshaciendo honor a tu nombre.
10 ¿Por qué han de decir las naciones:“Dónde está su Dios”?Que ante nosotros conozcan las nacionesel castigo por la muerte de tus siervos.
11 Que el grito del cautivo llegue a ti,salva con tu poder la vida a los condenados;
12 pero a los vecinos devuélveles con crecesla ofensa que ellos, mi Dios, te hicieron.
13 Y nosotros, tu pueblo, rebaño de tus prados,te daremos gracias por siempre,proclamaremos tu alabanza por generaciones.