16 Basta con que hagáis lo siguiente: sed sinceros los unos con los otros, juzgad con equidad en vuestros tribunales y construid la paz;
17 no maquinéis la maldad unos contra otros en vuestro interior, ni os aficionéis a jurar en falso. Todas estas cosas me son aborrecibles —oráculo del Señor—.
18 El Señor del universo me dirigió su palabra en estos términos:
19 — Así dice el Señor del universo: Los ayunos del cuarto, quinto, séptimo y décimo mes se convertirán para Judá en días de alegría y regocijo y en festivas solemnidades, siempre que améis la verdad y la paz.
20 Porque así dice el Señor del universo: Afluirán todavía pueblos y gentes de ciudades populosas.
21 Y los habitantes de una ciudad irán a decir a los de la otra: “Vamos a implorar el perdón y la protección del Señor del universo. ¡Yo también voy!”.
22 Y serán innumerables los pueblos y naciones poderosas que vendrán a Jerusalén para buscar la protección del Señor del universo e implorar su perdón.