5 El amor de Dios alcanza su verdadera perfección en aquel que cumple su palabra; así precisamente conocemos que vivimos unidos a Dios,
6 pues quien se precia de vivir unido a él, debe comportarse como se comportó Jesucristo.
7 Queridos, el mandamiento sobre el que os escribo no es nuevo, sino antiguo, pues lo tenéis desde el principio y es la palabra que escuchasteis.
8 Y, sin embargo, se trata de un mandamiento nuevo, en cuanto que se realiza en Cristo y en vosotros; porque las tinieblas van pasando y ya alumbra la luz verdadera.
9 Si alguien dice que vive en la luz y odia a su hermano, todavía vive en tinieblas.
10 El que ama a su hermano, vive en la luz y no caerá en pecado.
11 Pero quien lo aborrece, vive y camina en tinieblas, sin saber a dónde va, porque las tinieblas han cegado sus ojos.