3 Testigo soy de que han dado espontáneamente lo que podían, e incluso más de lo que podían.
4 Con la mayor insistencia nos rogaban que les permitiéramos colaborar en la colecta y en la ayuda a los hermanos.
5 Y más allá de nuestras expectativas, ellos mismos se ofrecieron a sí mismos, primero al Señor y luego a nosotros, ya que esta era la voluntad de Dios.
6 En vista de ello, hemos pedido a Tito que lleve a feliz término entre vosotros esa colecta, ya que él la comenzó.
7 Destacáis en todo: en fe, en elocuencia, en conocimiento, en entusiasmo y en el cariño que nos profesáis; pues a ver si destacáis también en lo que se refiere a la colecta.
8 No se trata de ninguna imposición, sino que, a la vista del entusiasmo de los demás, quiero comprobar la autenticidad de vuestro amor.
9 Ya conocéis cuál fue la generosidad de nuestro Señor Jesucristo: siendo rico como era, se hizo pobre por vosotros para enriqueceros con su pobreza.