6 Tienen poder para cerrar el cielo e impedir que llueva mientras proclaman su mensaje profético; pueden convertir el agua en sangre; pueden herir la tierra cuantas veces quieran con toda clase de calamidades.
7 Pero, una vez concluido su testimonio, surgirá del abismo la bestia, que entrará en combate contra ellos, los derrotará y los matará.
8 Sus cadáveres estarán expuestos al público en la plaza de la gran ciudad a la que se da el nombre simbólico de Sodoma y Egipto, y en la que fue también crucificado su Señor.
9 Tres días y medio estarán expuestos los cadáveres a la vista de gentes de todo pueblo, raza, lengua y nación, sin que nadie pueda darles sepultura.
10 Mientras tanto, se desbordará el júbilo y la alegría de los habitantes de la tierra por su muerte. Hasta se harán regalos unos a otros, ya que aquellos dos profetas les habían amargado la existencia.
11 Pero al cabo de los tres días y medio, Dios los hizo revivir y los puso de nuevo en pie, para asombro y terror de quienes los contemplaban.
12 Oí entonces una fuerte voz que les decía desde el cielo:— Subid aquí.Y subieron al cielo en una nube, a la vista de sus enemigos.