11 En cuanto a la bestia que era, pero ya no es, aunque ella misma es el octavo rey, pertenece también al grupo de los siete y marcha hacia la ruina.
12 Has visto también diez cuernos. Representan a diez reyes que aún no han comenzado a reinar, pero que durante muy breve tiempo compartirán el poder con la bestia.
13 Una sola intención los anima: entregar a la bestia toda su fuerza y su poder.
14 Ellos harán la guerra al Cordero; pero el Cordero, que es Rey de reyes y Señor de señores, los derrotará, y en su triunfo participarán los llamados, los elegidos y los creyentes.
15 Me dijo luego el ángel:— Esas aguas que viste, sobre las que estaba sentada la prostituta, son naciones populosas, razas y lenguas.
16 Pero un día, los diez cuernos que has visto, y la bestia misma, traicionarán a la prostituta; la dejarán solitaria y desnuda; comerán sus carnes y la convertirán en pasto de las llamas.
17 Y es que Dios va a servirse de ellos para ejecutar sus planes, haciendo que se pongan de acuerdo para entregar su reino en manos de la bestia hasta que se cumplan los designios de Dios.