11 Ya casi da igual que el pecador siga pecando, que el manchado se manche aún más, que el bueno se haga mejor y que el consagrado a Dios se entregue aún más a él.
12 Estoy a punto de llegar y voy a recompensar a cada uno conforme a su conducta.
13 Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último, el principio y el fin.
14 ¡Dichosos* los que han decidido lavar sus vestiduras para tener acceso al árbol de la vida y poder entrar en la ciudad a través de sus puertas!
15 ¡Fuera, en cambio, los depravados, los hechiceros, los lujuriosos, los asesinos, los idólatras y todos cuantos hacen de la mentira el programa de su vida!
16 Yo, Jesús, he enviado a mi ángel a cada una de las iglesias para que sea testigo de todos estos acontecimientos. Yo que soy vástago y estirpe de David y astro radiante de la mañana.
17 El Espíritu y la Esposa claman:— ¡Ven!Y el que escucha, diga:— ¡Ven!Que venga también el sediento y, si lo desea, se le dará gratis agua de vida.