7 Cada uno de nosotros ha recibido el don en la medida en que Cristo ha tenido a bien otorgárnoslo.
8 Por eso dice la Escritura: Al subir a lo alto, llevó consigo prisioneros y repartió dones a los seres humanos.
9 Si “subió”, como dice, ¿no supone que previamente había bajado a lo profundo de la tierra?
10 El mismo que bajó es el que ha subido a lo más alto de los cielos a fin de llenar con su presencia el universo.
11 Él es quien a unos ha hecho apóstoles; a otros, profetas*; a otros, anunciadores del mensaje evangélico; a otros, encargados de dirigir y enseñar a los fieles.
12 Capacita así a los creyentes para que desempeñen su ministerio y construyan el cuerpo de Cristo
13 hasta que todos alcancemos la unidad propia de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios; hasta que seamos personas cabales; hasta que alcancemos, en madurez y plenitud, la talla de Cristo.