6 Y estoy seguro de que Dios, que ha comenzado en vosotros una labor tan excelente, la llevará a feliz término en espera del día de Cristo Jesús.
7 ¿Acaso no está justificado esto que siento por vosotros? Os llevo muy dentro del corazón, ya que todos vosotros compartís conmigo este privilegio mío de la prisión y de poder defender y consolidar el mensaje evangélico.
8 Mi Dios es testigo de lo entrañablemente que os añoro a todos vosotros en Cristo Jesús.
9 Y esta es mi oración: que vuestro amor crezca más y más y se traduzca en un profundo conocimiento experimental,
10 de manera que podáis discernir lo que es valioso, os conservéis limpios e irreprochables en espera del día del Señor,
11 y seáis colmados de los frutos de salvación que otorga Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios.
12 Quiero que sepáis, hermanos, que la causa del mensaje evangélico ha sido favorecida con esta situación mía.