7 ¿Qué digo otro? Lo que pasa es que algunos os desconciertan intentando deformar el mensaje evangélico de Cristo.
8 Pero sea quien sea —yo mismo o incluso un ángel venido del cielo— el que os anuncie un mensaje diferente del que yo os anuncié*, ¡caiga sobre él la maldición!
9 Os lo dije en otra ocasión y os lo repito ahora: si alguien os anuncia un mensaje distinto al que habéis recibido, ¡caiga sobre él la maldición!
10 ¿A quién pretendo yo ahora ganarme? ¿A quién busco agradar? ¿A Dios o a personas humanas? Si todavía tratase de seguir agradando a personas humanas, no sería siervo de Cristo.
11 Hermanos, quiero dejar bien claro que el mensaje proclamado por mí no es ninguna invención humana.
12 Ni lo recibí ni lo aprendí de persona humana alguna. Es Jesucristo mismo quien me lo ha revelado.
13 Ya conocéis mi antigua conducta, cuando aún militaba en las filas del judaísmo: con qué saña perseguía a la Iglesia de Dios intentando aniquilarla.