9 Y, dicho esto, lo vieron elevarse, hasta que una nube lo arrebató de su vista.
10 Estaban aún contemplando sin pestañear cómo se alejaba en el cielo, cuando dos personajes vestidos de blanco se presentaron ante ellos
11 y les dijeron:— Galileos, ¿qué hacéis ahí plantados mirando al cielo? Estad seguros de que el mismo Jesús que ha sido arrebatado de junto a vosotros para subir al cielo, igual que lo habéis visto ir al cielo, volverá.
12 Regresaron entonces a Jerusalén desde el llamado monte de los Olivos*, lugar cercano a la ciudad, de la que distaba el trayecto que se permitía recorrer en sábado.
13 Cuando llegaron, subieron al piso en que se alojaban; eran Pedro, Juan, Santiago, Andrés, Felipe, Tomás, Bartolomé, Mateo, Santiago hijo de Alfeo*, Simón el Zelote* y Judas, hijo de Santiago.
14 Todos estos, junto con las mujeres, con María la madre de Jesús y con los hermanos de este, oraban constantemente en íntima armonía.
15 Uno de aquellos días, Pedro, puesto en pie en medio de los hermanos, que formaban un grupo de unas ciento veinte personas, habló como sigue: