6 El Espíritu Santo les impidió anunciar el mensaje en la provincia de Asia*, por lo cual atravesaron las regiones de Frigia y Galacia.
7 Al llegar a la frontera de Misia, tuvieron intención de entrar en Bitinia, pero el Espíritu de Jesús no se lo permitió.
8 Dejaron entonces a un lado Misia y descendieron hasta Troas.
9 Aquella noche tuvo Pablo una visión: de pie ante él había un macedonio, que le suplicaba:— ¡Ven a Macedonia y ayúdanos!
10 No bien tuvo esta visión, hicimos los preparativos para marchar a Macedonia, pues estábamos convencidos de que Dios nos llamaba para anunciar allí la buena nueva.
11 Tomamos el barco en Troas y navegamos hasta Samotracia*. Al día siguiente zarpamos para Neápolis,
12 y de allí nos dirigimos a Filipos, colonia romana, y ciudad de primer orden en el distrito de Macedonia. Nos detuvimos unos días en Filipos,