15 Así fue como Jacob se trasladó a Egipto, donde él y nuestros antepasados murieron.
16 Con el tiempo, llevaron sus restos a Siquén y les dieron sepultura en la tumba que Abrahán había comprado allí a los hijos de Emmor pagando el precio correspondiente.
17 Entre tanto, según se aproximaba el tiempo en que Dios cumpliría la promesa que había hecho a Abrahán, el pueblo iba creciendo y multiplicándose en Egipto.
18 Pero subió al trono de Egipto un nuevo rey que no había conocido a José;
19 un rey que actuó pérfidamente contra nuestra raza y fue cruel con nuestros antepasados, obligándolos a dejar abandonados a sus niños recién nacidos para que no sobrevivieran.
20 En esa época nació Moisés, que era un niño muy hermoso. Durante tres meses fue criado en su casa paterna;
21 luego tuvieron que dejarlo abandonado, pero la hija del faraón lo adoptó y lo crió como si fuera su propio hijo.