8 Al oír esto, Pilato sintió aún más temor.
9 Entró de nuevo en el palacio y preguntó a Jesús:— ¿De dónde eres tú?Jesús ni siquiera le contestó.
10 Pilato le dijo:— ¿Cómo? ¿Te niegas a contestarme? ¿Es que no sabes que tengo autoridad tanto para dejarte en libertad como para hacerte crucificar?
11 Jesús le respondió:— No tendrías autoridad alguna sobre mí si Dios no te la hubiera concedido; por eso, el que me ha entregado a ti es mucho más culpable que tú.
12 Desde ese momento, Pilato intentaba por todos los medios poner a Jesús en libertad. Pero los judíos le gritaban:— Si lo pones en libertad, no eres amigo del emperador. El que pretende ser rey se enfrenta al emperador.
13 Al oír esto, Pilato mandó sacar fuera a Jesús y se sentó* en el tribunal, en el lugar conocido con el nombre de “Enlosado”, que en la lengua de los judíos se llama “Gábata”.
14 Era el día de preparación* de la Pascua, hacia el mediodía. Pilato dijo a los judíos:— ¡Aquí tenéis a vuestro rey!