8 El viento sopla donde quiere; oyes su rumor, pero no sabes ni de dónde viene ni a dónde va. Lo mismo sucede con el que nace del Espíritu.
9 Nicodemo preguntó:— ¿Cómo puede ser eso?
10 Jesús le respondió:— ¡Cómo! ¿Tú eres maestro en Israel e ignoras estas cosas?
11 Te aseguro que nosotros hablamos de lo que sabemos y damos testimonio de lo que hemos visto; con todo, vosotros rechazáis nuestro testimonio.
12 Si os hablo de cosas terrenas y no me creéis, ¿cómo me creeréis cuando os hable de las cosas del cielo?
13 Nadie ha subido al cielo, excepto el que bajó de allí, es decir, el Hijo del hombre.
14 Lo mismo que Moisés levantó la serpiente de bronce en el desierto, el Hijo del hombre tiene que ser levantado en alto,