1 Iba Jesús de camino cuando vio a un hombre ciego de nacimiento.
2 Sus discípulos le preguntaron:— Maestro*, ¿quién tiene la culpa de que haya nacido ciego este hombre? ¿Sus pecados o los de sus padres?
3 Jesús respondió:— Ni sus propios pecados ni los de sus padres tienen la culpa; nació así para que el poder de Dios resplandezca en él.
4 Mientras es de día debemos realizar lo que nos ha encomendado el que me envió; cuando llega la noche, nadie puede trabajar.
5 Mientras estoy en el mundo, yo soy la luz del mundo.
6 Dicho esto, escupió en el suelo, hizo un poco de lodo y lo extendió sobre los ojos del ciego.
7 Después le dijo:— Ahora vete y lávate en el estanque de Siloé (palabra que significa “enviado”).El ciego fue, se lavó y, cuando regresó, ya veía.