19 y les preguntaron:— ¿Es este vuestro hijo, del que decís que nació ciego? ¿Cómo se explica que ahora vea?
20 Los padres respondieron:— Sabemos que este es nuestro hijo y que nació ciego.
21 Cómo es que ahora ve, no lo sabemos; tampoco sabemos quién le ha dado la vista. Preguntádselo a él; tiene edad suficiente para responder por sí mismo.
22 Los padres contestaron así por miedo a los judíos, pues estos habían tomado la decisión de expulsar de la sinagoga a todos los que reconocieran que Jesús era el Mesías.
23 Por eso dijeron: “Preguntádselo a él, que ya tiene edad suficiente”.
24 Los fariseos llamaron por segunda vez al que había sido ciego y le dijeron:— Nosotros sabemos que ese hombre es pecador. Reconócelo tú también delante de Dios.
25 A lo que respondió el interpelado:— Yo no sé si es pecador. Lo único que sé es que yo antes estaba ciego y ahora veo.