7 Quedaos en la misma casa, comiendo y bebiendo de lo que tengan, porque el que trabaja tiene derecho a su salario. No vayáis de casa en casa.
8 Cuando lleguéis a un pueblo donde se os reciba con agrado, comed lo que os ofrezcan.
9 Curad a los enfermos que haya en él y anunciad: “El reino de Dios está cerca de vosotros”.
10 Pero si entráis en un pueblo donde se nieguen a recibiros, recorred sus calles diciendo:
11 “¡Hasta el polvo de vuestro pueblo, que se nos ha pegado a los pies, nos lo sacudimos contra vosotros! Sin embargo, sabed que el reino de Dios ya está cerca”.
12 Os digo que, en el día del juicio, los habitantes de Sodoma serán tratados con más clemencia que los de ese pueblo.
13 ¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón* se hubieran realizado los milagros que se han realizado en medio de vosotras, ya hace mucho tiempo que sus habitantes se habrían convertido y lo habrían demostrado llevando luto y ceniza.