17 Pero Jesús, que conocía sus intenciones, les dijo:— Si una nación se divide en bandos, se destruye a sí misma y sus casas se derrumban.
18 Por tanto, si Satanás actúa contra sí mismo, ¿cómo podrá mantener su poder? Pues eso es lo que vosotros decís: que yo expulso los demonios por el poder de Belzebú.
19 Pero si Belzebú me da a mí el poder para expulsar demonios, ¿quién se lo da a vuestros propios seguidores? ¡Ellos mismos serán vuestros jueces!
20 Ahora bien, si yo expulso los demonios por el poder de Dios, es que el reino de Dios ya ha llegado a vosotros.
21 Cuando un hombre fuerte y bien armado guarda su mansión, su propiedad está segura;
22 pero si otro más fuerte que él llega y lo vence, entonces le quita las armas en las que confiaba y reparte como botín todos sus bienes.
23 El que no está a favor mío, está contra mí; el que conmigo no recoge, desparrama.