17 Cuando llegó el día de la cena, envió a su criado para que dijera a los invitados: “Venid, que ya está todo preparado”.
18 Pero todos ellos, uno por uno, comenzaron a excusarse. El primero dijo: “He comprado unas tierras y tengo que ir a verlas. Discúlpame, por favor”.
19 Otro dijo: “Acabo de comprar cinco yuntas de bueyes y tengo que ir a probarlas. Discúlpame, por favor”.
20 El siguiente dijo: “No puedo ir, porque acabo de casarme”.
21 El criado volvió a casa y refirió a su señor lo que había ocurrido. Entonces el dueño de la casa, muy enojado, ordenó a su criado: “Sal en seguida por las plazas y las calles de la ciudad y trae aquí a los pobres, los inválidos, los ciegos y los cojos”.
22 El criado volvió y le dijo: “Señor, he hecho lo que me ordenaste y aún quedan lugares vacíos”.
23 El señor le contestó: “Pues sal por los caminos y veredas y haz entrar a otros hasta que mi casa se llene.