4 Así que echó a correr y, adelantándose a todos, fue a encaramarse a un sicómoro para poder verlo cuando pasara por allí.
5 Al llegar Jesús a aquel lugar, miró hacia arriba, vio a Zaqueo y le dijo:— Zaqueo, baja en seguida, porque es preciso que hoy me hospede en tu casa.
6 Zaqueo bajó a toda prisa, y lleno de alegría recibió en su casa a Jesús.
7 Al ver esto, todos se pusieron a murmurar diciendo:— Este se aloja en casa de un hombre de mala reputación.
8 Zaqueo, por su parte, se puso en pie y, dirigiéndose al Señor, dijo:— Señor, estoy decidido a dar a los pobres la mitad de mis bienes y a devolver cuatro veces más a los que haya defraudado en algo.
9 Entonces Jesús le dijo:— Hoy ha llegado la salvación a esta casa, pues también este es descendiente de Abrahán.
10 En efecto, el Hijo del hombre ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido.