23 ¡Ay de las mujeres embarazadas y de las que en esos días estén criando! Porque habrá entonces una angustia terrible en esta tierra, y el castigo de Dios vendrá sobre este pueblo.
24 A unos los pasarán a cuchillo y a otros los llevarán cautivos a todas las naciones. Y Jerusalén será pisoteada por los paganos hasta que llegue el tiempo designado para estos.
25 Habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas. Las naciones de la tierra serán presa de confusión y terror a causa del bramido del mar y el ímpetu de su oleaje.
26 Los habitantes de todo el mundo desfallecerán de miedo y ansiedad por todo lo que se les viene encima, pues hasta las fuerzas celestes se estremecerán.
27 Entonces se verá llegar al Hijo del hombre en una nube con gran poder y gloria.
28 Cuando todo esto comience a suceder, cobrad aliento y levantad la cabeza, porque vuestra liberación ya está cerca.
29 Y les puso este ejemplo:— Fijaos en la higuera y en los demás árboles.