24 Algunos de los nuestros acudieron después al sepulcro y lo encontraron todo tal y como las mujeres habían dicho. Pero a él no lo vieron.
25 Jesús, entonces, les dijo:— ¡Qué lentos sois para comprender y cuánto os cuesta creer lo dicho por los profetas!
26 ¿No tenía que sufrir el Mesías todo esto antes de ser glorificado?
27 Y, empezando por Moisés y siguiendo por todos los profetas, les explicó cada uno de los pasajes de las Escrituras que se referían a él mismo.
28 Cuando llegaron a la aldea adonde se dirigían, Jesús hizo ademán de seguir adelante.
29 Pero ellos le dijeron, insistiendo mucho:— Quédate con nosotros, porque atardece ya y la noche se echa encima.Él entró y se quedó con ellos.
30 Luego, cuando se sentaron juntos a la mesa, Jesús tomó el pan, dio gracias a Dios, lo partió y se lo dio.