35 De la persona buena brota el bien, porque es rica en bondad; pero de la persona mala brota el mal, porque es rica en maldad.
36 Os advierto que, en el día del juicio, cada cual habrá de responder de toda palabra vacía que haya pronunciado.
37 Ten en cuenta que por tus propias palabras serás juzgado y declarado inocente o culpable.
38 Por aquel tiempo, algunos maestros de la ley y algunos fariseos dijeron a Jesús:— Maestro, quisiéramos verte hacer alguna señal milagrosa.
39 Jesús les contestó:— ¡Gente mala e infiel! Pedís una señal milagrosa, pero no tendréis más señal que la del profeta Jonás.
40 Porque, así como Jonás estuvo tres días y tres noches en el vientre del gran pez, así también el Hijo del hombre estará tres días y tres noches en lo profundo de la tierra.
41 Los habitantes de Nínive se levantarán en el día del juicio, al mismo tiempo que toda esta gente, y la condenarán, porque ellos se convirtieron al escuchar el mensaje de Jonás, ¡y aquí hay alguien más importante que Jonás!