20 Pues allí donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.
21 Pedro, acercándose entonces a Jesús, le preguntó:— Señor, ¿cuántas veces he de perdonar a mi hermano si me ofende? ¿Hasta siete veces?
22 Jesús le contestó:— No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.
23 Y es que el reino de los cielos puede compararse a un rey que quiso hacer cuentas con la gente que tenía a su servicio.
24 Para empezar, se le presentó uno que le debía diez mil talentos.
25 Y como no tenía posibilidades de saldar su deuda, el amo mandó que los vendieran como esclavos a él, a su esposa y a sus hijos junto con todas sus propiedades, para que así saldara la deuda.
26 El siervo cayó entonces de rodillas delante de su amo, suplicándole: “Ten paciencia conmigo, que yo te lo pagaré todo”.