38 Pero cuando los labradores vieron que se trataba del hijo del amo, se dijeron: “Este es el heredero. Matémoslo, y apoderémonos de su herencia”.
39 Y, echándole mano, lo arrojaron fuera de la viña y lo asesinaron.
40 Por tanto, cuando venga el dueño de la viña, ¿qué hará con aquellos labradores?
41 Contestaron a Jesús:— Son unos miserables; los hará perecer sin compasión y confiará la viña a otros labradores que le entreguen a su tiempo el fruto que le corresponda.
42 Añadió Jesús:— ¿Acaso no habéis leído en las Escrituras: La piedra que desecharon los constructores, se ha convertido en la piedra principal. Esto lo ha hecho el Señor, y nos resulta verdaderamente maravilloso?
43 Por eso, os digo que el reino de Dios se os quitará a vosotros y será entregado a un pueblo que produzca los frutos que corresponden al Reino.
44 [En cuanto a la piedra, el que caiga sobre ella, se estrellará, y a quien la piedra le caiga encima, lo aplastará].