36 ¡Os aseguro que todo esto le ocurrirá a la presente generación!
37 ¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los mensajeros que Dios te envía! ¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos como la gallina reúne a sus pollitos bajo las alas, y vosotros os negasteis!
38 Pues mirad: vuestra ciudad va a quedar desierta.
39 Porque os digo que no volveréis a verme hasta el momento en que digáis: “Bendito el que viene en nombre del Señor”.